miércoles, 12 de noviembre de 2008

DINA PAUCAR

De niña jugaba con su inocencia y sus sueños. Pero no imaginaba llegar a tener la popularidad de que hoy goza en el ámbito folclórico. Al observar a los artistas consagrados de su tiempo y a sus padres, que cantaban en reuniones familiares, la huanuqueña Dina Páucar Valverde definió a temprana edad su vocación de intérprete de música peruana.

La destacada artista del canto vernáculo Esmila Zevallos descubrió su talento innato y le dio los primeros consejos.

Me recomendó cantar con alegría y confianza, tratando de mantener una mayor comunicación con el público, recuerda.Sus padres, quienes aplaudieron sus cualidades artísticas, la respaldaron para que alcanzara la meta propuesta. Así, a los once años llegó a la capital a fin de iniciar su carrera. Al principio ensayó algunos temas del folclor andino, pero al escuchar al grupo tropical Pintura Roja sintió simpatía por su vocalista, La Princesita Mily. Entonces, convenció a sus padres para dedicarse a la cumbia.

A los 20 años, cuando empezaba a tener mayor seguridad sobre los escenarios, sufrió una decepción amorosa que marcó su vida. Su novio no la acompañó en su embarazo y ella tuvo que alejarse de la música. En tanto, sus padres culparon al mundo artístico por su destino incierto.

Esa experiencia me enseñó a ser responsable. Además de ser madre de mi hijo Alejandro, que hoy tiene 13 años, trabajé como vendedora ambulante de emoliente y después de ropa, para ayudar a mis hermanos menores. Por eso, cada vez que veía a otros artistas jóvenes me sentía frustrada por dejar el canto.

Sin embargo, Dina Páucar ensayaba a solas para un día volver a los escenarios y exteriorizar sus sentimientos. En 1992 grabó la producción Mi tesoro con sus propios recursos, donde incluyó sus primeras composiciones y fue bautizada como La Voz del Amor, en virtud de su gran sensibilidad.

Dos años después se incorporó a la Caravana Prodisar, delegación de artistas que difunde el huayno ejecutado con arpa, timbal, batería, güiro y bajo electrónico. Sus principales figuras se presentaban, como hasta hoy, principalmente en los conos de Lima, gracias al auspicio de una casa discográfica.

Cuando me inicié, los empresarios dudaban de mi capacidad. Entonces me obligaron a grabar una producción para probar si podía integrar la caravana artística. Asumí el reto mediante el disco Con amor para todo el Perú.

Así nació el huayno Que lindos son tus ojos, que le canta al amor sincero que es traicionado, y hoy se ha convertido en un verdadero himno de las mujeres sufridas. Por su estilo realista, humilde y sencillo, Dina Páucar superó el anonimato.

Cada vez que canta acompañada por su grupo Los Superelegantes, es capaz de arrancarles lágrimas a quienes asisten a sus presentaciones. Igualmente, con su voz puede motivar los incontables zapateos de una multitud que la admira.

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